El terremoto y posterior tsunami que golpeó Japón en marzo de 2011 y que afectó gravemente la central nuclear de Fukushima, también se dejó sentir en el cielo. Imágenes de la NASA han captado el movimiento de electrones en la atmósfera superior.
Fue concretamente en la ionosfera donde quedaron regitradas las ondas de energía de ambos fenómenos que resultaron devastadores en la superficie pero que dejaron igualmente su marca en una franja que dista de la corteza terrestre desde los 80 a los 805 kilómetros.
La ionosfera es la última y más delgada capa de la atmósfera, donde la radiación ultravioleta quiebra las moléculas y deja un rastro de electrones e iones.
En las imágenes reveladas por la NASA se observa cómo las turbulencias procedentes del terremoto y el tsunami tuvieron tanta violencia queimpulsaron los electrones de las capas altas, como recogieron los satélites y los receptores GPS.
Aunque realmente los científicos ya conocían este hecho de otros tsunamis o terremotos como el de Samoa en 2009 o Chile en 2010, en este caso tiene especial repercusión por la densidad de receptores que vigilan el cielo nipón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario